Podemos pensar que estas “novedades” en la vida de nuestr@s hij@s son un incordio porque nos retan a perder el equilibrio y la coordinación en lo establecido hasta ahora en nuestras dinámicas familiares, o porque nos preocupa que ell@s entren en un tsunami de emociones .
Sin embargo, ¿te has planteado que puedes estar celoso porque tú, como adulto “adulterado” por la seriedad y la sensatez has perdido estas cuatro características de tu adolescencia?
¿Será que echas de menos el juego, la alegría y las risas incontrolables?
¿Puede ser que hayas perdido tu capacidad de exploración creativa y todo lo razones de manera rutinaria y sin imaginación?
¿Cuánto tiempo hace que no tienes relaciones nuevas y diferentes?
Si a veces sientes tu vida carente de vida, vuelvete a tu adolescente y recupera algo de estas cuatro características.