Sacar adelante una familia puede ser una experiencia maravillosa, pero nuestro frenético modo de vida nos impide a veces dedicar a la familia la atención que necesita y puede llegar a convertirse en una labor estresante.
Dificultades para la conciliación de la vida familiar y laboral, modelos parentales incoherentes, y estructuras sociales individualistas, hacen que la crianza de los hijos pueda llegar a ser una tarea solitaria y difícil, generando frustración en los miembros de la familia y dinámicas familiares ineficaces e incoherentes.
Muchas veces tampoco tenemos las herramientas para comunicarnos con nuestr@s hij@ de la mejor manera.